Las luces y sombras de la victoria de Argentina en el Mundial
Argentina se proclamó campeona del mundo tras un Mundial de Qatar 2022 donde brillaron con muchas luces pero donde también hubo sombras
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Argentina ya está arriba, ya es campeona de este Mundial de Qatar 2022. La selección argentina superó todos los obstáculos para que Leo Messi se alzara con el título que le faltaba y que su país volviera a levantar el trofeo mundial 36 años más tarde del que levantó Diego Maradona en México ante Inglaterra. La tercera Copa del Mundo ya está en las vitrinas de la Albiceleste pero pese a que todo reluce ahora, con muchas luces, también hubo sombras durante esta cita mundialista.
Hubo mucho brillo en esta Argentina campeona. El primero y más importante, un Leo Messi que al fin lideró y que se metió a todos los argentinos en el bolsillo tras un torneo en el que tiró del carro, en el que fue decisivo, en el que apareció en los buenos y malos momentos. No el Messi eléctrico –no tanto–, pero sí uno más maduro y calmado que supo aparecer cuando más lo necesitó su banda. Messi, en el ocaso de su carrera, cierra el sueño de todo argentino con el último título que le faltaba por adornar en su inacabable vitrina.
Pero no fue el único que brilló. Bajo palos, el Dibu Martínez volvió a ser determinante en el resultado final de este Mundial de Qatar. Sus paradas, como la de los últimos compases de la prórroga o la de las tandas de penaltis, permitieron a Argentina levantar la Copa del Mundo. Sin él, si su desempeño en esta cita, la Albiceleste muy posiblemente no tendría su tercer título. Cabe destacar que, si bien es cierto que fue determinante, el Dibu fue protagonista de varios gestos poco deportivos que empañan un poco su papel.
Las luces también apuntaron a dos de los más jóvenes que lideraron en Argentina. Enzo Fernández y Julián Álvarez acabaron siendo determinantes en la Scaloneta. Los dos jugadores de la cantera de River Plate, pese a su corta edad, fueron diferenciales durante todo el torneo. El mediocentro fue una de las grandes revelaciones, ganador del trofeo a mejor jugador joven tras disputar los siete partidos, lograr un gol y una asistencia y recibir sólo una amarilla. Fue uno de los cinco jugadores que jugó el partido completo. Julián se ganó el sitio como titular pese a partir como titular Lautaro Martínez y acabó con cuatro goles y una asistencias en estos siete partidos.
Pero también hubo sombras
Pero entre tanta luz, la que lleva y permite levantar un Mundial, también hubo sombras. A Argentina siempre le pesará la que se cernió sobre ellos con los numerosos penaltis que les cobraron a favor durante esta cita, un total de cinco en siete partidos, un récord histórico en los Mundiales que jamás se había dado. De los cinco, todos lanzados por Messi, el 10 argentino logró transformar cuatro de ellos, fallando solamente uno ante Polonia.
Si los penaltis a favor, muchos de ellos polémicos y dudosos, no eran suficientes, durante todo el torneo ha resaltado una complicidad sorprendente entre la FIFA y Argentina. Hubo un guiño muy polémico desde las redes de la FIFA en español antes de las semifinales ante Croacia que escoció en Croacia. También sus críticas a Mateu Lahoz, escuchadas por el estamento arbitral y apartado de rondas finales, pese a que sus decisiones parecieron estar más del lado argentino que holandés en cuartos de final.
También han sido constantes los gestos poco deportivos que se han vivido por parte de Argentina. Es un país caliente, que vive de una manera muy especial este deporte, y es algo que no sólo se vio en su afición sino también entre sus jugadores. En el partido ante Holanda vivieron su clímax con varios gestos feos y el ya histórico «qué miras, bobo» de Leo Messi. En la final, el Dibu Martínez volvió a tener un comportamiento poco profesional y un mal ejemplo para los más pequeños. También todo el vestuario tuvo cánticos contra los periodistas al salir por zona mixta tras ganar el campeonato y hubo incluso faltas de respeto para Eduardo Camavinga y Kylian Mbappé como dejaron constancia en redes sociales.